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el pez que se muerde la cola

16 agosto 2024

Durante 2023 la SAS atendió aproximadamente 5.170.000 emergencias hospitalarias. ¿Son muchos, son pocos? ¿Es esto algo que se puede considerar normal? Si tenemos en cuenta que Andalucía tiene alrededor de 8,6 millones de habitantes, resulta evidente que más de la mitad -de hecho, la media rondaría el 60%- de los habitantes de la comunidad ha acudido a urgencias en algún momento del año), por lo que realmente hay Parece haber un número bastante grande de usuarios. De hecho, se pone en perspectiva el carácter urgente de la gran mayoría de estas consultas ya que sólo el 7% de todos los atendidos requirieron hospitalización.

Además, hay que tener en cuenta que este informe estadístico, publicado esta semana, no tiene en cuenta las urgencias que se atienden en los centros de salud, bastión de la atención primaria en Andalucía.

Un uso excesivo de urgencias, una atención primaria claramente desbordada (a la que sólo se le pueden llamar dos semanas de espera para tener cita con el médico de familia)… La situación de la sanidad andaluza en este tema está en un bucle, es como si merlán persiguiéndose la cola: la gente acude a urgencias para solucionar rápidamente su problema de salud porque tardan muchos días en conseguir cita en un servicio -Atención Primaria- que está colapsado, por lo que, a su vez, Urgencias acaban colapsando con problemas y situaciones que, en rigor, no lo son, mientras que acudir al médico de familia deja con el seguimiento de enfermedades crónicas o el ajuste de tratamientos, poco más.

Es decir que de alguna manera la atención de emergencia ha pasado a formar parte de lo que los ciudadanos, más allá de la nomenclatura que le den políticos y técnicos, consideran su ‘atención primaria’. Hasta que no se resuelva el servicio de Atención Primaria o al menos se mitiguen los problemas actuales, poco sentido tiene hacer pedagogía con los límites que debería -debería- tener el uso de las Emergencias.