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Denuncian el robo, ocurrido en Nochebuena, de la silla de ruedas de una niña que sufre parálisis cerebral

31 diciembre 2023

MADRID, 31 de diciembre (EUROPA PRESS)-

La familia de Carlota, una niña de 14 años con parálisis cerebral, denunció el robo de la silla de ruedas hecha a medida que la joven utilizaba para salir en Córdoba la pasada Nochebuena. Una semana después del robo, la madre aún no tiene noticias.

«Seguimos igual. Se habla mucho en las redes sociales, pero de la silla nadie sabe nada y no aparece», afirma la madre Susana Jiménez en declaraciones a Europa Press, donde informa que el robo se produjo lugar y fue denunciado esa misma noche del 24 de diciembre en una comisaría de la Policía Nacional de Córdoba.

La familia fue, junto con Carlota, a celebrar la Nochebuena a casa de su abuela y, como otras veces, dejaron la silla de ruedas en el hueco de la escalera. Horas más tarde se dieron cuenta de que estaba desaparecido. «Estaba en un lugar que no era muy visible desde la calle, porque había que cruzar el patio, que es muy grande, y debajo de las escaleras estaba la silla», explica la madre.

La joven sufre parálisis cerebral y necesita esta silla especial de color violeta, hecha a medida, para moverse por la casa. Tras el robo, el médico de rehabilitación le dio otro. “No es de Carlota, pero será una solución hasta que se resuelva la situación”, afirma.

La madre explica que volver a pedir una silla de ruedas especial para su hija «lleva varias semanas», por lo que es posible que no esté disponible hasta después de las vacaciones de Navidad. «Deberían tomar medidas. Está hecha para ti, no es una silla cualquiera», reitera Susana, que aclara que cuesta unos 2.600 euros y la paga el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

«Ahora no sé si me podrán volver a recetar, porque tiene que pasar cierto tiempo. La silla tiene un año. No sé si querrán hacerme un favor». «Con este caso de robo, pero estoy esperando qué me dirán», indica.

Mientras tanto, la madre agradece las grandes muestras de solidaridad de su ciudad, que ha hecho todo lo posible para apoyar a la familia. «La gente nos ofreció sus sillas, me llamaron de muchas asociaciones y querían recaudar dinero», dice.