Directo andaluz ha sido en Alhaurín de la Torre, En Málaga, donde el año escolar comenzó con polémica. Una niña va a clase sin máscaras porque su madre se niega. Para esto se presentó un informe médico de una clínica privada. Pero el resto de los padres de la escuela no confían en este informe porque la madre tiene actitudes de negación total desde el comienzo de la pandemia. Incluso con publicaciones realizadas en su Facebook o redes públicas.
La niña va a la escuela todos los días y su situación ha obligado a la dirección a tomar medidas como dividir la clase por la mitad o ampliar la distancia entre los alumnos. Pero los padres del colegio están recogiendo firmas para pedir que la niña se someta a un reconocimiento médico por parte de un médico de la escuela. Servicio Andaluz de Salud. Los padres no se niegan a dejar ir a la niña sin máscara si realmente existen razones médicas, pero quieren verificar que realmente lo es.
El reglamento de la Junta de Andalucía aclara que la máscara es obligatoria para todos los niños mayores de seis años.
Puré de patatas En Isla Crisitina, en Huelva, una madre envió un burofax advirtiendo al bachillerato de su hijo. El menor aún no ha asistido a la lección. El asesoramiento legal de la Delegación de Educación ya está abordando la situación, pero El ministro de Educación y Deportes, Javier Imbroda, dijo que no tolerará violaciones a las reglas básicas anticovid.
Así lo manifestó en declaraciones a los medios de comunicación durante su visita a las obras de ampliación del CEIP Mare Nostrum de Adra (Almería), donde precisó que la Junta de Andalucía no tiene en la actualidad ningún rastro de casos similares, recordando lo ocurrido durante el curso transcurrido. en el IES Ben Al Jatib de Rincón de la Victoria (Ron con pasas). Hizo hincapié en que en ese entonces un padre se negó a permitir que sus dos hijas llevaran máscaras, tras lo cual se aprobó un fallo judicial que decía que «era tan fuerte» que no dejaba al padre en una «buena posición».
Para ello, insistió en trasladar a estos padres con «este tipo de dudas o creencias» que son las familias las que educan y las escuelas las que enseñan, y que es necesario trasladar una «triple r: respeto, responsabilidad y desempeño».
Ha influido el hecho de que en este sentido hay convivencia, que implica «respeto a las reglas», como llevar máscaras, algo que «no es un capricho» sino una medida marcada por las autoridades sanitarias. Por ello, afirma que si se insta a un niño a no llevar máscara, «no se facilita esta convivencia».
De esta forma, precisó que si se da tal caso será necesario «subsanarlo» y, si se insiste, este «abandono de responsabilidad» dará lugar a un delito grave contra el que actuará la Inspección General de Educación, subrayando que no permitirá «la más mínima falta de respeto a las reglas de convivencia».
Agregó que los maestros necesitan «silencio» y no ruido, y agregó que algunos grupos pueden «necesitar ese ruido para dar a conocer sus afirmaciones», y señaló que el ministerio se asegurará de que los maestros estén «tranquilos».