Saltar al contenido

Parte de la pierna de un paciente amputada tras un diagnóstico tardío

10 febrero 2024

Marcela, nombre ficticio, ofrece su testimonio desde el anonimato sin perder nunca la sonrisa. Acompañada de su hijo y su nuera, cuenta su historia, la de una mujer que, a sus 62 años y aún activa en el mundo laboral, No recibe un diagnóstico médico a tiempo, por lo que le amputan parte de su pierna derecha.. En una reciente resolución, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha asumido su responsabilidad y propone una compensación de 159.274€ a favor del perjudicado, una suma que considera insuficiente, por lo que decidió acudir a los tribunales para reclamar una suma mayor, 200.000 euros. “Me cortaron la pierna y las alas. «Estoy confinada a una silla de ruedas porque, aunque tengo una prótesis, no me fío de ella por mis problemas de cadera, por el sobrepeso… Me considero muy limitada, ya que he trabajado toda mi vida», explicó . Él dice.

Los hechos que dieron origen a este caso se remontan a ese día 7 de enero de 2019cuando el paciente acude al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Puerto Real (HUPR) para un dolor en mi pie derecho durante unos 10 días después de que lo notaste un golpe contra un terreno irregular.

Se realiza una exploración física y pruebas complementarias enfocadas a la patología traumática del pie. Una radiografía muestra signos degenerativos sin fractura aparente.

En esta ocasión no se observó que el pie tuviera temperatura alterada; ni irregularidades en el color, como hematomas o equimosis, ni edemas. Así, tras excluir una patología urgente, el juicio clínico concluye que existe una contusión y pauta analgesia y seguimiento por parte del médico de familia.

Él 11 de febrero de 2019 Marcela requiere mayor tratamiento en urgencias y, días después, el 21 de febrero, regresa nuevamente. En la tercera visita fue remitida al Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz para valoración de Cirugía Vascular. la mujer presenta isquemia distal que no se beneficia de la revascularización quirúrgica. Introducir el 22 de febrero de 2019 en Medicina Interna para recibir tratamiento con antibioterapia intravenosa y postraglandina intravenosa (Alprostadil), así como para realizar tratamientos locales y otros servicios médicos.

La evolución de Marcela no es favorable a pesar de todas las medidas trazadas, por lo que se encuentra internada en el hospital San Carlos, de San Fernando, para recibir tratamiento en sala iperbárica. Tiene una nueva cita programada con Cirugía Vascular en Puerta del Mar.

9 de abril de 2019 tienes que proceder a Amputación de la pierna derecha debajo de la rodilla. (amputación infracondílea) por evolución tórpida. Fue dado de alta el 29 de abril.

Daño irreversible

La negligencia, explica José Luis Ortiz, abogado del perjudicado, radica en que hubo un retraso injustificado en el diagnóstico de la patología que padecía el paciente, Enfermedad arterial obliterante crónica, lo que provocó un retraso en recibir el tratamiento adecuado. “Las consecuencias finales fueron mucho más graves de lo esperado, ya que sufrió la amputación de su pierna derecha por debajo de la rodilla. Daños irreversibles que podrían haberse evitado.«dice el abogado

En este sentido, el médico del Servicio de Seguros y Riesgos SAS coincide con la conclusión de los peritos médicos del recurrente la primera asistencia no fue incorrectaya que se trataba de una visita a urgencias tras un traumatismo, sin ningún dato para orientar la esfera vascular, ya que no había edemas, cambios de color de la piel…

Sin embargo, la segunda intervención urgente el 11 de febrero de 2019 si es deficiente e incorrectaya que en esta ocasión el paciente presentó síntomas que podrían orientar el juicio clínico hacia la esfera vascular por cambios de color, flogitis (inflamación patológica) o edema.

«No haber registrado el examen de pulsos periféricos, ni haber realizado exámenes complementarios en esta zona, demuestra Atención médica deficiente que provoca retrasos en el diagnóstico. de la patología vascular (arteriopatía obliterante crónica) y el retraso en su tratamiento, con las graves e irreversibles consecuencias desfavorables que se podrían haber evitado», explica el abogado.

Y aunque el tratamiento tras el diagnóstico fue correcto, lamentablemente no se pudo evitar la amputación de parte de la pierna derecha. “Con un diagnóstico temprano de haber hecho la prueba adecuada teniendo en cuenta los síntomas que ya presentó el paciente en asistencia médica secundaria, no debería haber llegado al punto de la mutilación”, dice José Luis Ortiz, quien en este caso fue asesorado por su socio Juan Manuel Prieto.