Hace apenas un año Manuel Prieto asomó por la puerta de la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Córdoba mientras todos los medios, cámaras y fotógrafos intentaban captar su rostro, para saber quién era la afortunada. Llevaba una elegante chaqueta azul marino y corbata a rayas cuando la furgoneta de la Junta de Andalucía se detuvo en la calle y las enfermeras de SAS, como un tesoro, descargaron el material médico más esperado desde marzo de 2020: los primeros viales con la vacuna covid19.
¿Quién es? «Pues míralo online», responde Manuel Prieto en el teléfono de la residencia, donde colabora atendiendo llamadas del centro. Prieto, que cumplió 78 años en agosto, es el primera persona en vacunarse contra la covid en Córdoba.
Era el 27 de diciembre de 2020, un día histórico para la provincia. Muchas historias se han contado en estas páginas desde esa fecha, cuando la vacuna para el resto de la población aún parecía muy lejana. Hoy más del 80% de los cordobeses están vacunados, ya se están vacunando las terceras dosis y la campaña pediátrica avanza con entusiasmo.
Manuel ya tiene esa dosis de refuerzo y «no he tenido ningún problema con nada», asegura sobre los temidos efectos secundarios. Aunque sí, la esperanza e ilusión de que tenía que volver a la normalidad pronto ese 27 de diciembre de 2020 ha disminuido. Y es que Prieto está al tanto de todas las novedades: «No sé cuándo terminará esto, cada vez hay otra variante», dice. Sobre la vacuna, sin embargo, no tiene ni pizca de dudas: «les falta», eso sería lo que les diría a quienes aún no han decidido ponérsela.
Los primeros baños, un año después
Susana y Felipe, una auxiliar de enfermería y una enfermera del hospital Reina Sofía fueron los primeros trabajadores de la salud en ser vacunados, ese mismo 27 de diciembre. A pesar de que la Junta de Andalucía había informado que este primer día solo se entregaría el medicamento de Pfizer en las residencias de la calle Buen Pastor, finalmente se trasladaron las dosis también al Reina Sofía, donde se vacunaron 50 personas, según dicho informe. .día.
El trabajo de Felipe y Susana ha cambiado drásticamente desde que comenzó la vacunación. «Las vacunas nos han devuelto la ilusión, y esa ilusión ha sido una realidad «, dice el enfermero, aunque expresa que» tristemente, parece que esta inmunidad que se adquiere con las vacunas va menguando con los meses, y ahora los casos vuelven a aumentar, por lo que nos toca a nosotros volver a ser mucho más cautelosos, sobre todo por parte de las personas en riesgo ”.
Las urgencias, en relación al covid-19, «se habían recuperado un poco más a la normalidad», aunque es cierto que «seguimos con una alta afluencia de pacientes que, de momento, vienen con todo tipo de patologías», advirtió y Además, en los últimos días el aumento de casos ha puesto en alerta a los servicios sanitarios, que en esta sexta oleada se han visto desbordados.
Para Susana, ¿qué? trabaja directamente con pacientes covidNo fue posible bajar la guardia, entre momentos más serenos que otros «pero siempre con las mismas medidas de seguridad», pero desde que comenzó la vacunación ha habido «menos hospitalizaciones y menos personas en cuidados intensivos, aunque haya brotes importantes». , como el de hoy «.
«Sin miedo, al contrario, mucha ilusión y mucha ilusión», es lo que siempre ha sentido Susana, quien asegura que «durante toda su vida, cualquier fármaco puede provocar reaccionesA pesar de la incertidumbre de una vacuna nueva, pero nunca asustada, la vacuna es lo único que puede llevarnos al final de este mal sueño «.
Los datos, un año después
Después de los ancianos residenciales y los trabajadores de la salud, el tercer grupo en adherirse a la vacunación fueron los trabajadores esenciales, como maestros, bomberos y carabinieri, que llegaron al pabellón de Vista Alegre a fines de febrero para recibir la primera dosis de AstraZeneca. En concreto, los profesionales de la educación de las comarcas de Córdoba y Guadalquivir, desde el municipio de Bujalance hasta Palma del Río, fueron los primeros afortunados de este grupo, cuya segunda dosis se retrasó hasta el verano tras las dudas sobre la vacuna británica.
Una vez que este grupo fue inmunizado, Salud comenzó a hacer campaña por grupos de edad, llegando a niños menores de 5 a 11 años este diciembre, cuando miles de dosis pediátricas de Pfizer llegaron a la provincia de Córdoba. De estas, se administraron un total de 17.812 dosis, la mayoría de las cuales correspondieron a la primera inyección (87,1%).
Un año después de la primera inyección que dio esperanza a la provincia, las enfermeras del Servicio Andaluz de Salud administraron un total de 1.486.047 vacunas, una media de 4.071 dosis diarias. De estos, 681,915 personas tienen una dosis completa y 656,390 programa de vacunación.
En cuanto a las terceras dosis, que también partieron como una medida para evitar la gravedad de la enfermedad en los grupos de riesgo, en Córdoba un total de 217.933 personas recibieron refuerzo con Pfizer o Moderna.