Este verano, precisamente en el mes de junio, el Parlamento deAndalucía aprobó por unanimidad una propuesta no legislativa crear la categoría profesional de dietista-nutricionista en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). La comunidad autónoma del sur de España se convertirá así en una de las muchas que históricamente ya cuenta con estos profesionales dentro de su sistema sanitario público. vinculado al sector privado.
Sin embargo, su inclusión aún es muy irregular En nuestro país. Para conocer más sobre su situación actual y, en general, abordar esta figura en profundidad (no debe confundirse con dietistas, una profesión a la que se accede a través de Entrenamiento vocal-ni con nutricionistas -esta denominación no existe legalmente-), contactamos con ConSalud.es Capitán José Maríapresidente de Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía.
ConSalud: ¿Cuál es la situación actual respecto de la inclusión de dietistas-nutricionistas en la salud pública? Si no me equivoco, España es de los pocos países de Europa que no tiene esta figura integrada en la mayoría de sus comunidades autónomas.
José María Capitán: De hecho, tanto en Europa como en América la figura del dietista-nutricionista es ampliamente reconocida. En España, desde 2015, el Real Decreto 184/2015, de 13 de marzo, reconoce esta categoría y la sitúa dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), y cada vez son menos las comunidades autónomas que no cuentan con este profesional sanitario. Murcia, País Vasco, Cataluña, Navarra, Valencia, Madrid, Castilla y León, Baleares, Aragón, La Rioja y Galicia ya lo han incluido en su cartera de servicios. Recientemente también lo harán Castilla-La Mancha y Andalucía.
CS: ¿Cuáles son los próximos pasos a seguir en Andalucía?
JMC: El Departamento de Sanidad y Consumo Consejo de Andalucía, a través de la Dirección General de la SAS y de la Dirección de Personal de la SAS, deberá proceder a la creación de la categoría, establecer una ratio, convocar concursos y planificar la inclusión de dietistas-nutricionistas en la SAS. De esta forma, desde todos los centros hospitalarios y de atención primaria del sistema sanitario público andaluz es posible satisfacer las necesidades dietéticas y nutricionales de todos los ciudadanos. Se ha dado un paso adelante, pero aún no se ha materializado.
CS: Existe una demanda social creciente en los últimos años en toda España…
JMC: Sí, cada vez hay más conciencia de la importancia de la alimentación para la salud, por lo que no es lógico que en muchas comunidades autónomas, para beneficiarse de los servicios de un dietista-nutricionista, haya que recurrir a la sanidad privada, generando una situación de desigualdad. y vulnerabilidad entre los grupos sociales menos favorecidos. Son precisamente los grupos sociales más deprimidos económicamente los que suelen tener una mayor necesidad de esta figura profesional, ya que muchas de las patologías que son tratadas con la consulta de un dietista-nutricionista tienen una mayor prevalencia en estos grupos de población, un ejemplo de esto es la obesidad y todas sus complicaciones.
CS: ¿En qué medida podría contribuir a mejorar la salud de la población?
JMC: Siete de las diez principales causas de muerte son causadas por enfermedades no transmisibles y representan el 74% de las muertes en todo el mundo. Los 4 principales aspectos que aumentan el riesgo de enfermedades no transmisibles son, en orden decreciente: aumento de la presión arterial, sobrepeso y obesidad, hiperglucemia (aumento de glucosa en sangre) e hiperlipidemia (aumento de grasas o lípidos en sangre, principalmente colesterol y/o triglicéridos). Todos ellos son factores que pueden vincularse a la dieta y en los que el dietista-nutricionista puede jugar un papel fundamental tanto en la prevención como en el tratamiento. Pero, más allá de eso, la alimentación participa en nuestro bienestar general, nuestro estado mental, nuestra capacidad reproductiva o algunos trastornos neurológicos, por poner sólo algunos ejemplos. Son muchos los frentes que tenemos abiertos y sobre los que debemos actuar.
CS: Y cuando hablaste de esta situación con anteriores ministros de salud, ¿qué razones te dieron para seguir sin incluir tu figura?
JMC: Algunas de las razones dadas son difíciles de respaldar. Uno de ellos es la falta de presupuesto. Ya hemos visto que contar con un dietista-nutricionista ahorra dinero a la salud pública; Hay informes que indican entre 5 y 99 euros por cada euro invertido en cuidados dietéticos en los hospitales, por lo que este no es un argumento válido. Otro motivo esgrimido es que nuestra función puede ser desempeñada por otros trabajadores sanitarios y, por tanto, no se entiende la necesidad de esta figura.
“Los dietistas-nutricionistas no queremos competir con otros profesionales ya consagrados, lo que queremos es formar parte de equipos multidisciplinares y contribuir a mejorar la calidad asistencial”
La verdad es que o no se prestan los servicios necesarios, o otros profesionales se ven sobrecargados y obligados a atender a pacientes sin los recursos humanos adecuados ni la formación necesaria. Creo que es necesario aclarar que los dietistas-nutricionistas no queremos competir con otras figuras profesionales ya consagradas, lo que queremos es formar parte de equipos multidisciplinares y contribuir a mejorar la calidad asistencial en el sector sanitario. Centros de salud. En este sentido, cuando sumamos al dietista-nutricionista a los equipos sanitarios multiplicamos las expectativas de salud de la población.
CS:¿Espera que esta situación pueda cambiar con Mónica García y su defensa de la salud pública?
JMC: ¡Con confianza! Aunque las competencias en materia sanitaria son autónomas y quien tiene que tomar la decisión, en nuestro caso es la Junta de Andalucía, la que debería estar atenta a lo que ha dicho el Parlamento de Andalucía a través de la Proposición No de Ley.
CS: ¿Deberían contabilizarse por igual en atención primaria y hospitalaria o es mejor priorizar?
JMC: Creo que la integración del dietista-nutricionista en la salud pública debe ser progresiva, pero no debemos renunciar a trabajar en todos aquellos ámbitos para los que estamos cualificados y en los que podemos aportar nuestro conocimiento y experiencia. El papel del dietista-nutricionista a nivel hospitalario es fundamental, por ejemplo, en el tratamiento de la desnutrición relacionada con enfermedades. Es fundamental identificar casos en riesgo de desnutrición e implementar medidas dietético oportuna, tanto en el momento del ingreso como durante la estancia hospitalaria.
“Es cuestión de tiempo que se consiga la especialización también de los titulados en Nutrición Humana y Dietética”
También hay estudios que demuestran que una adecuada atención hospitalaria, desde el momento del ingreso del paciente, puede acelerar su recuperación y reducir su estancia, algo a lo que también tienen derecho. Dentro del hospital, su papel en las cocinas también es fundamental, velando por que la calidad e higiene de los alimentos sea la adecuada y que se realicen correctamente las dietas especiales para procesos patológicos. Las consultas ambulatorias y de atención primaria también deben trabajar en la dietoterapia adecuada cuando ya están presentes condiciones que requieren pautas dietéticas específicas.
CS: No sé si también se baraja en el horizonte la posibilidad de poder entrar en el SNS como especialistas mediante residencias, como MIR, EIR, FIR…
JMC: Es algo a lo que no podemos renunciar y por lo que debemos luchar con vehemencia, otras carreras de salud lo tienen y estoy seguro que es cuestión de tiempo que esto se logre también para el graduado en Nutrición humana y Dietética. Cuanta más formación, más especialización, mejor para el paciente, mejor para la sociedad.
CS: Además de esta mayor presencia en la salud pública, ¿qué otras peticiones tienen los dietistas-nutricionistas españoles?
JMC: En primer lugar, es prioritario enaltecer la figura del dietista-nutricionista y comprender todo lo que podemos aportar al ejercicio de nuestras funciones. Por otro lado, es fundamental luchar contra la intrusión profesional, un problema que afecta especialmente al paciente que, con demasiada frecuencia, recibe asesoramiento nutricional de personas con poca o incluso ninguna formación en el tema.
Además, más allá del sector sanitario, el dietista-nutricionista es una figura profesional muy polivalente y debe ser el profesional de referencia en diferentes escenarios. Restauración colectiva, dietista-nutricionista escolar, en las administraciones públicas, para desarrollar políticas sanitarias eficaces y amplias… El dietista-nutricionista también debe normalizar su presencia en el mundo del deporte, trabajando codo a codo con el deportista para mejorar su propia salud. desempeño, en la industria alimentaria, en el control de calidad y en universidad como docente e investigador.