los Sindicato de Enfermería SATSE reportar el «grave escasez» de fisioterapeutas en la salud pública andaluza. La comunidad autónoma cuenta con una plantilla de 1.000 profesionales, según datos del Portal de Transparencia del Servicio Andaluz de Salud. Esto se traduce en un único fisioterapeuta por cada 8.500 habitantes.
En caso de Ron con pasasla la situación empeora. El personal de la provincia es 184 profesionales, un fisioterapeuta por cada 10.000 habitantes. Ante esta situación, el SATSE recuerda que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 1 fisioterapeuta por cada 1.000 habitantes.
El sindicato defiende que «lo ideal sería que cada centro de salud contaba con al menos dos fisioterapeutasuno para la atención al paciente en el propio centro y otro para la atención domiciliaria». En este sentido, el sindicato recuerda que esta prestación ya había sido trasladada al Ministerio de Sanidad durante la pasada legislatura y, pese a los avances, «todavía queda un largo camino por recorrer».
Es por ello que el SATSE vuelve a dirigirse, en este caso, directamente al nuevo Ministro de Sanidad para “abordar esta situación como un tema urgente y prioritario para el nuevo año político que comenzará en unos días”.
«Los fisioterapeutas se han convertido aún más necesario durante la pandemia, ya que su trabajo es fundamental para la recuperación de los pacientes que llevan mucho tiempo en cuidados intensivos o para los que padecen de covid persistente”, recuerda este sindicato. Esta demanda creciente, junto a las “malas cifras”, han provocado que listas de espera en la sanidad pública andaluza «ser volverse viejollegando al punto de que hay pacientes con enfermedades graves que han tenido que esperar hasta un año para ser atendidos por un fisioterapeuta”.
Ante estos retrasos, “cada vez más pacientes acuden a la sanidad privada para ser atendidos por un fisioterapeuta, lo que conviene evitar”.
Asimismo, el SATSE destaca la importancia de apostar por una oferta adecuada de fisioterapeutas: “Esto supondría una rentabilidad inmediata también desde el punto de vista social y económico, ya que la intervención oportuna de estos profesionales favorece la reducción de los permisos de trabajo, así como la recuperación total, en muchas ocasiones, de la funcionalidad y, por tanto, de la un ahorro significativo en los costes sanitarios para muchas empresas”.