patricia mauricio encontrar la felicidad en ayudar a los demás. Su vocación es servir, tanto como profesional en el Servicio Andaluz de Salud como como voluntaria en proyectos sociales. Desde principios de enero ha tendido la mano, como presidente del Colegio de Enfermería de Huelva, a todas las enfermeras diplomadas. Llega al cargo con la sencillez que lo caracteriza y lo hace con la ambición de colocar a la enfermería en el lugar que se merece. Pasión, dedicación y energía cocinan la receta con la que Patricia Mauri quiere trabajar en beneficio de sus compañeros.
– ¿Cómo fue tu recorrido en el Colegio hasta que llegaste a presidirlo?
– He acumulado muchos años de dedicación a la Facultad de Enfermería, colaborando al principio ocasionalmente y luego de forma más continua. He sido propuesto para la Junta Directiva primero como miembro y recientemente como presidente. Y no lo pensé. Me cuesta mucho decir que no y no es lo mío lloriquear desde el asiento y no levantarme, así que quería ponerme manos a la obra en lo que me importa.
– Llevas unos meses en el cargo, ¿cómo fueron tus primeras semanas?
– Debo decir que no he renunciado a mi trabajo, por lo que combino la dirección interina del equipo Delta del distrito de Condado-Campiña con la presidencia. No quería dejarlo atrás porque es el mejor lugar del mundo para trabajar y aprendo mucho de mis colegas y pacientes todos los días. Sí, es cierto que es difícil compaginar ambas ocupaciones, ya que requieren muchas horas fuera de casa, sobre todo al principio cuando todavía te estás acostumbrando. En cuanto a la Escuela, me puse a estudiar mucho para conocer la situación de partida, aprendo de otras escuelas, pregunto a los alumnos qué formación necesitan y qué profesores están dispuestos a darla y les presento los presupuestos para este año, entre otros. asignaciones
– ¿Qué objetivos tiene como presidente?
– Tengo demasiados. En primer lugar, quiero visibilizar la enfermería y la enfermera. Si miras todos los órganos de gobierno de los servicios de salud, hay muchos profesionales de otras especialidades y, sin embargo, las enfermeras, que son el grupo más numeroso, no están al mismo nivel. Quiero que estemos presentes en todos los órganos de decisión, proyectos y protocolos, y no solo con una representación anecdótica. Asimismo, en estos órganos de gobierno, independientemente del valor de quien esté presente, hay menos mujeres cuando cerca del 80% de las enfermeras son mujeres. Por otro lado, también tenga en cuenta que no tenemos la categoría A reconocida, cuando tenemos un trabajo con muchas responsabilidades. Lucharemos por ello, por funciones reconocidas, por mejorar nuestra cartera de servicios, por la formación continua y, sobre todo, por que la población nos conozca y reconozca. También promoveremos el voluntariado, jornadas de formación o actividades para profesionales jubilados.
– Como presidente, ¿está preocupado por algo?
– Mi preocupación es no estar a la altura, no hacer brillar mi profesión como se merece y perderme por el camino.
– ¿Qué importancia tiene el Colegio de Enfermeras?
– Este Colegio es pequeñito, pero siempre está al servicio del colegiado porque nos reunimos en los pasillos de los centros de salud. Es muy positivo que nos crucemos y que la comunicación sea tan fluida entre nosotros porque nuestras máximas son la organización del ejercicio de la profesión, encaminada a mejorarla, según principios éticos y deontológicos; la representación de los intereses, aspiraciones y preocupaciones de la profesión; o la protección de la población a la que nos debemos, entre otros.
– ¿Le preocupa que los profesionales de Huelva emigren a otros países o comunidades para trabajar allí?
– Ahora tenemos la suerte de tener un bajo porcentaje de profesionales que se van y esperamos que esto no cambie una vez que se concluyan los contratos de Covid. El porcentaje no fue muy alto, precisamente por la situación de pandemia y pospandemia, por lo que los contratos son más largos. Sin embargo, sabemos que cuando los profesionales se quedan es cuando mejoran sus condiciones laborales y salariales y entiendo que si son mejores en otras áreas, corremos el riesgo de que nuestros talentos se vayan.
– ¿Apuesta por recuperar el papel de enfermera escolar?
– La enfermera escolar es fundamental, ya que contribuye a promover, fomentar y restaurar la salud de la comunidad educativa. Los mejores resultados de salud a largo plazo provienen de la educación desde la infancia, ya sea en primeros auxilios, RCP o hábitos de vida saludables. Todo esto se enseña e interioriza desde temprana edad, por lo que no entiendo cómo se puede cuestionar su importancia. Entiendo que los padres se peleen por esta cifra y tenemos que ponernos de acuerdo porque redundará en una esperanza de vida más favorable para todos.
– Las consultas de Foster han despertado polémica entre los médicos, ¿cuál es su opinión al respecto?
– Son un proyecto que funcionará bien si se hace bien. Como cualquier proyecto, si quieres que funcione, debes tener en cuenta a todos los sujetos involucrados: los usuarios, los médicos y las enfermeras calificadas. Necesitas currículum y formación para estar en determinados puestos, como es el caso. Si eliges quién quieres ser, siempre y cuando estén capacitados, estará bien. Eso sí, hay que tener siempre en cuenta al paciente, porque hasta que no entendamos que el paciente no es tuyo ni mío, sino suyo, no vamos a mejorar.
– ¿Qué imagen tiene el Grado en Enfermería de la Universidad de Huelva en el exterior?
– Una carrera que conozco bien, estuve en la primera promoción de Huelva. Es conocido y reconocido dentro y fuera de España y saben que tenemos una universidad muy potente que prepara muy bien a las enfermeras, aunque es cierto que no puedes dejar de estudiar durante tu carrera por todos los avances que estamos viendo.
– ¿Por qué ser enfermera?
– Para ser honesto, le preguntaría si se entiende que alguien no quiera serlo. Es el mejor trabajo del mundo, porque tenemos la oportunidad de promover, prevenir, enseñar, la obligación de la educación continua… y el privilegio de tratar, acompañar, ayudar a morir con dignidad. No sé qué profesión puede ser tan hermosa y gratificante como la mía. Solo cuando un paciente te mira y te agradece te llena y no todo el mundo puede sentirlo. También me gusta mucho el sentimiento de familia que hay, ya que compartes todos los malos momentos con tus compañeros y ese abrazo, después de una dura asistencia, te ayudaba a sobrellevarlo mejor.
– Fue en plena pandemia cuando se vio el mayor reconocimiento para las enfermeras.
– El reconocimiento del trabajo de enfermería nunca ha sido más apreciado que ahora. Hemos estado al lado del paciente, tanto en la carretera como en casa, las 24 horas del día durante todo el año y la gente no se olvida de eso. Somos los que más tiempo pasamos alrededor de los pacientes y siempre con un trabajo silencioso, sin alardear de ello.
– El voluntariado siempre ha sido uno de los pilares de su vida. ¿Qué aprendizaje te ha dado?
– Soy voluntaria desde los quince años y qué mejor forma de hacerlo que siendo enfermera. He pasado por la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos Unidos y he viajado a los países de los Balcanes y América Latina. He tenido la suerte de conocer personas que afrontan situaciones difíciles con una sonrisa y por eso les estaré eternamente agradecida. Por lo tanto, aconsejo a todos que se hagan voluntarios al menos una vez porque te saca de las nubes y dice: «por eso eres enfermera». Me han dado muchas lecciones de humildad y de vida.
– El Colegio de Enfermería inauguró recientemente su nueva sede.
– La nueva sede es solo una bonita parcela, vacía sin colegiada y colegiada por dentro. Queremos que la enfermería se llene de proyectos, cursos, reuniones, presentaciones, conferencias… y necesitamos estudiantes, inventores e instructores. Disponemos de todos los recursos necesarios para realizar la simulación clínica (maniquíes de parto, resucitación cardiopulmonar, ecografías…) y estamos trabajando para aumentar la oferta de formación presencial y en línea, dentro y fuera de las estructuras universitarias, para la comunidad de enfermería y para el resto de la ciudadanía. Todo ello con el máximo aprovechamiento de nuestros espacios.