«Hay un problema común en todas partes: no hay suficientes médicos». Así Manuel Reyes, director del Hospital Clínico San Cecilio y del Hospital de Loja, explica por qué las protestas a las puertas del centro hospitalario de Loja por la falta de servicios de salud que padece se han puesto a la orden del día: desde el principio del mes de julio no fue posible admitir a ningún paciente, a pesar de contar con un área dedicada a ellos.
El hospital, que abrió sus puertas en 2011 en Loja (20.000 habitantes), es el punto de referencia de toda una región sanitaria que incluye no sólo el municipio de Loja, sino también otros enclaves como Huétor Tájar o Zagra. Poblaciones que suman alrededor de 50.000 habitantes que este verano se verán obligados a desplazarse al menos media hora por carretera si necesitan ser ingresados en un hospital.
Ésta es la queja recurrente de sindicatos, profesionales, pacientes y PSOE. De hecho, la portavoz de Sanidad de los socialistas en el Parlamento de Andalucía, María Ángeles Prieto, cree que la situación del Hospital de Loja es un ejemplo del «desmantelamiento» que está llevando a cabo el gobierno de Juan Manuel Moreno. El personal actual no es suficiente para atender el área de hospitalización, por lo que permanece cerrada.
Pero los problemas del complejo hospitalario, que antes pertenecía al Poniente e Desde 2022 está integrado en el Servicio Andaluz de Salud (SAS)tiene diferentes diagnósticos según quién lo analice. Desde la dirección del centro, encabezada por Manuel Reyes, la clave es que para las enfermedades estivales no hay sustitutos porque «no hay médicos ni a nivel nacional ni internacional». Como también lo subraya Consultoría de salud“No hay personal ni en la Bolsa ni en las complementarias”.
Si la respuesta a esta pregunta proviene de profesionales o sindicatos, la razón de la escasez de personal es que «no se estipulan contratos atractivos». Enfermeros y médicos coinciden en que SAS ofrece contratos “de corta duración” e incluso diarios, lo que imposibilita que las personas acepten estos trabajos.
Aunque no se trata de un centro especialmente para personas mayores, los operadores admiten anónimamente que «no hay alivio»: «Como se puede trabajar en la asistencia sanitaria privada sin ser penalizados, tenemos muchos compañeros que prefieren salir para evitar a los guardias».
falta de personal
Hasta junio pasado, si un paciente debía ser ingresado en el hospital de Loja podía hacerlo sin problemas y tener una cama por 72 horas. De empeorar su situación habría sido trasladado al Hospital Clínico San Cecilio de Granada capital, pero tenía tres días para hacerlo. Ahora ningún residente de la región puede pasar más de 12 horas en observación porque los 18 médicos de urgencias del hospital no pueden dar abasto.
Pasear por el hospital es como entrar en un edificio moderno con multitud de clínicas cerradas, sobre todo en atención primaria, donde sólo están disponibles cuatro de once médicos de familia. En la zona de hospitalización llama la atención que todas las habitaciones también están sin uso y que no hay movimiento de personas. Además, no se realizan operaciones porque el centro sólo cuenta con un anestesista que no está disponible todos los días, por lo que el quirófano del hospital permanece cerrado durante el verano.
«La decisión de cerrar el área de hospitalización se tomó por un problema de gestión: el año pasado, durante todo el verano, apenas estuvieron hospitalizadas una veintena de personas», explica Manuel Reyes, director del centro. «Nos reunimos con los profesionales de urgencias, que son los que gestionan las hospitalizaciones, y decidimos reorganizarnos con los recursos que tenemos».
“Si mi marido o mi hijo se enferman, ustedes me pueden decir qué tan seguros podemos estar”, dice María Angustias. Ella es una de las personas que por su avanzada edad frecuenta este hospital más de lo que le gustaría y ha comprobado de primera mano cómo, a su juicio, en los últimos años «todo ha ido a peor». Otra enfermera del hospital, que prefiere no revelar su nombre, cree que la situación «ha empeorado mucho» en los últimos años. “Nos damos cuenta de que la gente se está acostumbrando a la falta de servicios y esto también nos preocupa”.
“Cortes” y “desmantelamientos”
El PSOE y los sindicatos creen que desde que el hospital dejó de ser un organismo sanitario porque SAS lo absorbió en 2022, la situación «ha empeorado», aunque dicen que el «desmantelamiento» se ha producido principalmente desde la pandemia de Covid-19.
“En este centro no sólo no estamos recortando recursos, sino que los estamos ampliando”, niega Reyes. De hecho, como psiquiatra de carrera, se muestra orgulloso de que el hospital haya incluido la salud mental en su cartera de servicios y de que “muy pronto” esta área cuente con instalaciones propias a pocos metros del hospital. «Nuestro deseo no es empeorar la situación, sino mejorarla con los recursos que tenemos».
Pero los alcaldes de la zona no comparten esta visión optimista. Tras implementar un confinamiento simbólico a mediados de julio, los concejales de Loja, Villanueva Mesía y Huétor Tájar hablan abiertamente de «recortes» por parte del Gobierno de Moreno Bonilla. Entienden que la región ha pasado de tener “un hospital” a tener un “centro de salud ampliado”. La desaparición de las hospitalizaciones o la inexistencia de intervenciones quirúrgicas avalan sus tesis.
Sin embargo, la dirección insiste en que está invirtiendo en el hospital de Loja. Según datos oficiales, la plantilla actual es de 150 empleados, de los cuales 130 son fijos. Admiten que se han producido «incidentes puntuales» en algunas especialidades, pero los atribuyen a bajas y convocatorias de la oposición que se están produciendo.
En cuanto a la operación, según la dirección del centro, se espera que en 2024 se completen 1.100 intervenciones quirúrgicas, una cifra similar a la del año pasado, y que se realicen unas 50.000 visitas ambulatorias, de nuevo como en 2023. Aclaran que desde que dejó de ser una empresa sanitaria, el Ayuntamiento ha invertido más de tres millones de euros en la modernización de los recursos del centro hospitalario.