El personal de enfermería andaluz está agotado. Y no es solo una sensación después de dos años de pandemia: el Covid ha afectado la salud mental de muchos de estos profesionales. De hecho, siete de cada diez enfermeras han tenido episodios de ansiedad por la crisis sanitaria y el 60 por ciento, problemas de insomnio. El coronavirus no es solo un problema para los pacientes; los trabajadores de la salud también se ven gravemente afectados.
un informe de Consejo General de Enfermería El alcance de la pandemia entre los profesionales de enfermería es blanco y negro. Destaca, sobre todo, el hecho de que casi la mitad de los encuestados pensó en dejar la profesión después de 24 meses de
Tensión por la emergencia del Covid. Además, un tercio de las enfermeras indican que si pudieran, no volverían a estudiar lo mismo.
Otro estudio coincide con estos datos, en este caso Sindicato de Enfermería Satse Andalucía-, lo que también indica que la mitad de estos trabajadores de la salud han pensado en buscar trabajo en otro campo. Esta segunda encuesta sobre la profesión también indica que tres de cada diez enfermeras han sentido rechazo social en los últimos meses. Se quejan desde el sector de que los sanitarios han pasado de los vítores de los primeros meses de la pandemia a episodios de falta de respeto o agresión.
Ese sentimiento tiene sentido porque, confirmadoal Ministerio de Salud y Familias, sólo el año pasado se produjeron 1.208 agresiones a sanitarios andaluces. Son casi 200 episodios más que en 2020, aunque, señala el departamento que dirige Jesús Aguirre, el número de episodios de agresión ha disminuido en los últimos años ya que en 2019 se registraron 1.507 en la comunidad, casi 300 más que el año pasado.
Más allá de episodios específicos de violencia verbal o física, la pandemia muestra cómo las enfermeras han soportado, al igual que otros profesionales de la salud, una situación muy difícil que pasa factura. Así, un tercio de estos profesionales mostró signos de depresiónsegún el estudio realizado por el Consejo General de Enfermería.
Pero la presión no se sintió por igual en todos los rincones del Servicio Andaluz de Salud (SAS). La encuesta sobre la profesión en Covid detalla que los profesionales con mayores problemas psicológicos son aquellos en los que ha trabajado cuidados intensivos Está dentro atención básica de la salud. Es en estos lugares donde se citan con mayor frecuencia las palabras «depresión, ansiedad, insomnio, estrés y miedo», señala el estudio.
agotamiento mental
Trabajando en estas circunstancias, abunda el documento, lo que significa que el 16 por ciento de las enfermeras se han visto obligadas a pedir licencia «por ansiedad, estrés o agotamiento mental». Satse detalla aún más: precisamente por la depresión, uno de cada diez enfermeros ha sido dado de alta en los últimos meses.
Miedo, señalan las enfermeras, no es sólo la situación que vivieron mientras trabajaban. También se necesita, agregan, para contagiarse de Covid o llevar el virus a casa. La lectura trae a la mente las imágenes de algunos trabajadores de la salud que, al comienzo de la pandemia, decidieron buscar alojamiento lejos de sus seres queridos para evitar el peligro de la transmisión del covid.
La solución a estos problemas, coinciden de nuevo tanto el Consejo como el Satse, pasa en parte por la contratación de más efectivos. ¿Muchos? Hasta el doble, apuntan. Esta es la opinión del 93 por ciento de los profesionales entrevistados, quienes creen que esto aliviaría de alguna manera su tarea y su presión.