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El error de destruir la subasta de medicamentos

3 junio 2024

En demasiadas ocasiones, los partidos políticos y sus máximos dirigentes son víctimas voluntarias de sus palabras. Cuando ejercen la oposición, aplican el martillo de Thor contra el oponente del gobierno en el poder que los tiene como rehenes de sus discursos y quejas. Cuando estos mismos líderes llegan al poder, respetando su palabra y en coherencia con sus mensajes, adoptan decisiones que con el tiempo resultan equivocadas porque nacieron de la frivolidad de una crítica vacía de contenido con el único objetivo de desgastar al ejecutivo. de servicio. Ahora tenemos un ejemplo de libro de texto de esta máxima irresponsable aplicada en la mayoría de los cursos de formación. Me refiero a la subasta de medicamentos, una medida implementada hace años por la ex ministra de Sanidad del Consejo y actual vicepresidenta del gobierno español, la socialista María Jesús Montero, con la que el gobierno andaluz ahorró una media de 200 millones euros al año en drogas.

El PP presentó un argumento muy contundente contra esta medida que permitía contener el gasto farmacéutico. Incluso llegaron a hacer acusaciones brutales, por ejemplo de que la subasta no garantizaba el suministro de todos los medicamentos que necesitaban los pacientes andaluces e incluso que algunos de los medicamentos seleccionados en la licitación no tenían la calidad y garantías suficientes para ser distribuidos a los andaluces. Vamos, que un poco menos que con esos medicamentos de la subasta andaluza, no sólo no nos tratarían adecuadamente, sino que incluso podrían perjudicar nuestra salud.

Casi seis años después de que el presidente Moreno llegara al Palacio de San Telmo y eliminara la subasta de un plumazo, el gasto farmacéutico en Andalucía se ha disparado un 34%, restándole dinero al personal necesario para minimizar la gestión irregular de la sanidad en Andalucía. los primeros lugares en las listas de espera para una cirugía, para una prueba diagnóstica o para una visita al especialista. Y, como no quieren admitir su error, buscan alternativas para reducir de alguna manera el vertiginoso coste de los medicamentos, imponiendo ahora algún tipo de impuesto a los farmacéuticos por la venta de medicamentos genéricos. Es decir, el 5% de lo que recauden con estos medicamentos tendrá que ser donado al Servicio Andaluz de Salud, lo que ha puesto nerviosos a la patronal de las farmacias andaluzas. El presidente Moreno, que tantos elogios ha dedicado últimamente a Felipe González, haría bien en retomar la frase del expresidente español: «En política puedes cometer errores, pero hay que saber eliminarlos cuando te equivocas». Si sigue este consejo, debe restablecer la varilla medidora del medicamento y alejarse de los parches estériles.

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