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el año en el que la cordura volvió a tocar a los andaluces

31 diciembre 2022

Podríamos decir que en 2022 hemos cambiado de marcha. La gran preocupación por COVID-19 existentes en años anteriores han ido desapareciendo paulatinamente al haberse vacunado un alto porcentaje de la población. Prueba de ello es que, salvo la mascarilla en el transporte, se han levantado todas las restricciones. Además, vuelven las diversas fiestas que se celebraban en Andalucía y que la pandemia había obligado a cancelar.

Sin embargo, pasada la pandemia, febrero trajo una nueva crisis. Esta vez enérgico y relacionado con la guerra de Ucrania. Una guerra en territorio europeo después de varios años. La preocupación por el virus se ha dejado de lado. Sin embargo, surgió la preocupación por una escalada de precios que parecía no tener límites. Poco a poco, sobre todo en la Península Ibérica, se fueron implementando medidas que suavizaron la situación, aunque el coste de los alimentos sigue siendo bastante elevado.

Aunque el coronavirus ya no es una preocupación en sí para la sociedad andaluza, la superación de la pandemia ha dejado al descubierto las carencias del sistema sanitario andaluz. Podemos decir que 2022 fue el año en el que la ciudadanía volvió a poner el foco en la necesidad de una sanidad pública de calidad con todos los recursos posibles.

Y es que 2021 terminó con la no renovación de 8.000 contratos sanitarios que se habían realizado con los fondos que el Gobierno había repartido en todas las Comunidades Autónomas para hacer frente a la pandemia. Esto despertó cierta indignación desde el primer momento, sin embargo, cuando en las siguientes semanas salió a la luz que muchos de estos sanitarios se habían ido a otras regiones porque las condiciones que ofrecían eran mejores que las de Andalucía, resurgió una inquietud que empezó a ser recordada. a las mareas blancas que en 2018 fueron pieza fundamental para que el PSOE perdiera la Junta de Andalucía.

La decisión del Consejo también aumentó su relevancia cuando el sistema de salud fue sorprendido durante el mes de enero por la variante omicron. Menos virulento, pero más contagioso. Es decir, no golpeó a los hospitales, sino a los centros de salud. El bajón fue evidente con citas de hasta más de dos semanas. Por ello, la Junta de Andalucía ha introducido la figura del enfermero que atiende sin cita previa y ha anunciado su intención de impulsar la asistencia telemática. Pero nada fue suficiente para impedir las primeras movilizaciones.

Si 8.000 salían del sistema, otros 12.000 tenían los días contados. Su contrato terminó en marzo, mes en el que el derrumbe ya fue menor. El Consejo se ha enfrentado a las críticas con un aluvión de cifras sobre el personal sanitario contratado tras el cambio de gobierno. Pero no brindó respuestas a la solicitud de renovación de estos 12.000 profesionales cuyos contratos tenían fecha de vencimiento. Finalmente, la resolución llegó pocos días después de su vencimiento. Se han renovado, pero lejos de cerrar el tema, lo ha aplazado para final de año.

La respuesta en este sentido es conocida y reciente, aunque se haya hecho esperar. Fue este mes de diciembre cuando el Gobierno de Juanma Moreno volvió a anunciar la renovación del personal sanitario que acababa su contrato. Sin embargo, vuelve a ser temporal debido a la indignación de los sindicatos y la oposición. Apenas 1.000 médicos permanecerán vinculados al SAS durante un año, los demás tendrán contratos de seis meses. El asunto se pospone de nuevo. El mes de noviembre fue testigo de una movilización que tuvo bastante éxito, con más de 20.000 personas en Sevilla. La marea blanca volvió a las calles poco después de una multitudinaria protesta en Madrid. Posteriormente, continuaron los pedidos de baños, aunque en menor medida.

Preocupación en la sociedad andaluza

Lo que en un principio pudieron ser sensaciones amplificadas a través de una oposición que necesitaba encontrar debilidades en un cada vez más firme Juanma Moreno y en los sindicatos para reforzar sus posiciones negociadoras, acabó convirtiéndose en una corriente de opinión en la sociedad andaluza que ya se refleja en la sociología. datos.

El último barómetro andaluz publicado por el Centro de Estudios Andaluces (Centra) deja claro que la preocupación entre los ciudadanos andaluces ha aumentado significativamente en los últimos meses. En efecto, la salud como tal (aunque también se menciona como recortes o gestión sanitaria) es ya uno de los problemas que la sociedad andaluza considera principales en la comunidad. Hay un 5,3% de los entrevistados que lo señalan como el principal absoluto.

Comparando la cifra con un periodo de pandemia, en junio de 2021 solo el 1,6% de los andaluces daba esta misma respuesta y en el agregado, contando con el segundo y tercer problema, llegaba solo al 2,5%. En el mismo año, en el último barómetro, la preocupación subió al 4%.

Sin embargo, fue durante 2022 cuando los temores sobre la situación sanitaria crecieron de manera sostenida en el tiempo. En la primera encuesta de 2022, en marzo, solo el 1,2% expresó preocupación por la salud como su principal problema. La cifra va creciendo (3,2% en septiembre) hasta alcanzar la actual.

El aumento de las listas de espera

Si bien el problema más señalado fue el relativo a la Atención Primaria y, por ello, el Ayuntamiento ya ha solicitado la modificación del sistema MIR y el aumento de plazas, lo cierto es que en lo que a listas de espera se refiere, las perspectivas no son muy buenas. mejor.

El dato más reciente es de junio de 2022. Sin embargo, las cifras son muy superiores a las de la anterior actualización de diciembre de 2021. En concreto, 150.034 andaluces están esperando a ser operados. La cifra en esos seis meses y a la espera de conocer los datos de diciembre de 2022, aumentó en 15.000 personas según datos del Ministerio de Sanidad.

Por su parte, también hay un mayor número de pacientes en espera de ser atendidos por un especialista. En tan solo doce meses, si tomamos como referencia los datos de junio de 2021, el número de personas en espera de ser atendidas en el Servicio Andaluz de Salud ha pasado de 843.945 a 906.618 con una espera de alrededor de 110 días para ser atendidas.