Concentración ayer contra la agresión del médico. / ideal
El paciente lo agarró por el cuello y lo colocó en el suelo, dificultándole la respiración.
Un paciente agredió violentamente a un médico de urgencias del centro de salud de LaChana el pasado viernes por la tarde. El atacante entró al consultorio y sin mediar palabra se arrojó sobre el cuello del doctor, presionándolo con ambas manos. Tiró al médico al suelo, según contaron fuentes consultadas en estos establecimientos de salud al IDEAL, y allí lo inmovilizó mientras seguía apretándole el cuello.
El guardia de seguridad y un guardia entendieron lo que estaba pasando. Entre los dos consiguieron separar al agresor de la víctima, lo que permitió al médico salir del consultorio y ser atendido por sus compañeros. Su cuello estaba rojo y tenía dificultad para respirar.
El guardia de seguridad retuvo al agresor en la oficina hasta que una patrulla de la policía nacional se presentó en este centro de salud y se lo llevó detenido. Se trata de un paciente de unos cincuenta años que acude de vez en cuando a este servicio de urgencias, según las fuentes consultadas. Nunca antes había dado ningún tipo de problema.
El delegado territorial de Sanidad, Indalecio Sánchez-Montesinos, participó ayer en un acto de rechazo a esta agresión junto a otros cargos directivos y sindicales en la puerta de este centro sanitario. El sindicato CCOO ha emitido una nota para advertir de que «para las denuncias por déficit sanitario existen hojas de denuncia y la violencia nunca es el medio para reclamar».
El médico atacado se recuperó favorablemente.
Según información elaborada por la Consejería de Salud y Familias y facilitada por el sindicato CSIF, el año pasado se registraron 124 agresiones a profesionales adscritos al Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Granada y provincia. Lo que muestra un promedio de diez ataques por mes. De estos, 95 fueron verbales, consistentes en insultos o amenazas, y el resto fueron físicos. Como se ha dicho, nunca en los últimos cinco años se habían producido tantos incidentes de este tipo.
Hace más de una década, la fiscalía del TSJA llegó a un acuerdo para que las agresiones a los profesionales de la salud y la educación fueran consideradas delitos de agresión, entendiendo que las víctimas eran funcionarios públicos. Esta calificación significa que los atacantes corren el riesgo de ser encarcelados. De hecho, la primera persona en ir a prisión por agredir a un profesor en todo el país fue la madre de un alumno en Fuentevaqueros en 2011.